jueves, 28 de abril de 2016

Vuelta por los alrededores de Pereda - Grado

El día amenaza lluvia, pero nosotros estamos decididos a dar nuestro paseo habitual.
Cruzamos Grado y casi al final tomamos una desviación a la izquierda AS-311, pasamos la Espina y pronto tomamos una desviación a la derecha a Pered. Pasamos Agüeria y continuamos hasta Pereda.





Junto a la iglesia aparcamos nuestro vehículo y nos disponemos a dar un pequeño paseo por esta zona que no conocemos.


Subimos por carretera y en la primera casa encontramos un vecino, que muy amable contesta a nuestras preguntas. Le comentamos que intentamos llegar hasta Moutas (sabíamos que desde aquí subía un camino) pero él nos dice que estos días está muy embarrado y que tendremos que cruzar el reguero el Gato, que baja muy crecido, y no podremos.



Como lo que intentamos es dar un paseo y caminar algo, nos da otra alternativa que seguro nos gustará y siguiendo su consejo lo hacemos. Seguimos subiendo y pronto tomamos esta pista de tierra que sale a nuestra izquierda. ¡Tenemos suerte, aparece una pequeña rayada de sol!




Tenemos que cruzar algún regato, que corre presuroso a dejar sus aguas en el Reguero el Gato.




Mientras caminamos por una pista de tierra casi llana, abajo dejamos el pueblo y comenzamos a disfrutar de bonitas vistas.




Nos adentramos en un bosque, donde los árboles más tempranos comienzan a echar sus brotes poniendo fin al largo invierno.




Un nuevo regato cruza el camino. Comos nos habían informado, a partir de este punto el camino se vuelve un  fangal.




Retrocedemos a este cruce y tomamos la pista de la derecha.




Aún tenemos que sortear algo de fango, pero no es gran cosa.




En la ladera de enfrente observamos un pueblo, nos parece abandonado. Nos preguntamos, como se llamará y cómo se llegará a él.




Volviendo la vista atrás podemos distinguir un pueblo, nos preguntamos ¿Será Moutas? ¡No creo!





Llegamos a esta cabaña y seguimos subiendo





En el bosque al fondo de la finca un caballo nos observa y corre a galope para saludarnos.





Atrás dejamos algunas cabañas de piedra





Las vistas cambian y ahora lo que contemplamos abajo es la villa de Grado y todo su valle.





Al llegar a esta finca el camino finaliza.





Volvemos nuevamente hasta esta cabaña y tomamos la pista que baja.




Pasada una fuente abrevadero llegamos a la carretera. Decidimos continuar hasta el extremo de este alargado pueblo.





Encontramos un pueblo agrícola y ganadero. Pasamos estas casas y una tormenta llega para estropear nuestro paseo.




Cobijados en un cobertizo, esperamos a que pase el chaparrón. Pasado éste, tomamos esta callejuela que bordea el pueblo por la parte de abajo.





Pasamos ante algún hórreo bien conservado





 Pasada esta fuente, llegamos a la iglesia de donde habíamos partido.







Hemos disfrutado de un agradable paseo por el entorno natural de la aldea de Pereda asentada en una pqueña vaguada a media ladera de vertiente occidental de la cuenca del Río Cubia.




domingo, 10 de abril de 2016

Ruta Los Tornos - Grandiella

Abandonamos la autovía A-66 a la altura de Olloniego, para continuar por la AS-116 hasta Langreo y seguir por la AS-117. Al poco de pasar Pola de Laviana, tenemos una rotonda y a la derecha vamos hacia Ribota, L'Acebal y dos kilómetros después de esta última localidad llegamos a "Les Mestres" donde ya vemos el panel de comienzo de la ruta.





Junto al panel aparcamos nuestro vehículo. Es aquí donde confluyen los ríos Raigosu y Mosquil, formando el río Ribota.




Comenzamos la caminata por una ancha pista de tierra con suave pendiente, disfrutando de un preciosos paraje. Al fondo asomando los contrafuertes de Peña Mea.





La pista va paralela al río, entre fincas y cuadras.




El río Raigosu nos deleita con pequeñas pero bonitas cascadas.




Mientras caminamos por la ladera sombría y con una discreta helada, en la otra contemplamos el soleado pueblo de Los Tornos bajo el Cerro Montarro.





Atrás dejamos alguna cabaña de piedra.




Enseguida el valle se estrecha, llegamos a La Uxona, cruce de caminos. Dejamos la indicación a Los Collaos y tomamos la pista de la derecha hacia el pueblo de los Tornos.




Por un horrible puente, que no pega nada con el entorno, cruzamos el río y comenzamos una fuerte subida por una pista hormigonada.




El camino serpentea por el valle de Los Tornos para llegar al pueblo. Al fondo cubierta por la nieve la Collada Doñango y Peña Mea.





Vista del pueblo de los Tornos bajo el Cerro Montarro.




Valle de los Tornos que llega hasta la Collada Doñango




Entramos en el pueblo de Los Tornos y encontramos un pueblo fantasma.




Recorremos sus callejuelas entre casas abandonadas que se asientan escalonadas en un terreno muy pendiente.




Las vistas desde este pueblo son espectaculares. Al fondo el pueblo de Fombermeya y todo su valle, Sierra del Cordal, El Guanalón.




Dejamos el pueblo y continuamos nuestra caminata por la carretera hacia el pueblo de Grnadiella. Abajo el pueblo de los Tornos su valle hasta la collada de Doñángo.




 Comenzamos a disfrutar de espectaculares vistas del pueblo de L'Acebal y al fondo Ribota.




Disfrutando durante todo el trayectos de espectaculares vistas,  llegamos a la desviación que nos baja al pueblo de Grandiella.




En este cruce encontramos la indicación a la derecha "Grandiella". Al fondo contemplamos el pueblo de Pomarada.





Por una estrecha carretera bajamos hasta el pueblo.




Disfrutando de espectaculares vistas, llegamos a Grandiella.




Nuevamente nos encontramos con un pueblo totalmente abandonado. No encontramos ni una casa habitada en el recorrido de sus callejuelas. Aquí damos por terminado nuestro paseo volviendo por el mismo camino.




 Hemos realizado una bonita caminata, disfrutando de  un día al aire libre contemplando unas vistas espectaculares.


martes, 5 de abril de 2016

Ruta: Villamorey - Ladines, Concejo de Sobrescobio

Después de una semana de bajas temperaturas, frío y nieve, amanece en día con las mismas previsiones, apesar de todo, no renunciamos a nuestro habitual paseo.
Salimos de Oviedo por la A-64, tomamos la AS-17 hasta Ríoseco. Cruzamos el pueblo y tomamos una desviación hacia Villamorey.





En el pueblo de Villamorey aparcamos junto a la Capilla de San Roque con pórtico y campanario.



Villamorey es un bonito pueblo, rodeado de montañas, que se encuentra dentro del Parque Natural de Redes.





Echamos un primer vistazo al pueblo, donde contemplamos varios hórreos y típicas casas vigiladas de cerca por las estribaciones de la Siera del Crespón.






Como el día, no está demasiado bueno, vamos a conocer el núcleo rural de Ladines.





Cruzamos el puente sobre el río Alba que desemboca sus aguas en el río Nalón.




Tomamos la carretera a Ladines, pueblo que será hoy el destino de nuestra caminata.





Nos esperan tres kilómetros de continua subida disfrutando de espectaculares vistas.





Atrás dejamos algunas cabañas de piedra





Vista del valle se Soto de Agues.




Rodeado de montañas, hoy nevadas, distinguimos el pueblo de Soto de Agues (punto de partida hacia la ruta del Alba)




Otro grupo de cabañas, donde unas vacas son cebadas pues hoy el pasto está cubierto por la nieve.




Comenzamos a percibir el pueblo de Ladines con sus tejados nevados. Casi se confunde con las montañas nevadas.




Con curvas y contracurvas seguimos subiendo hacia nuestro objetivo.





 Pasamos bajo esta importante casona.




Entramos en el pueblo de Ladines, premio al pueblo ejemplar de Asturias en el año 2009. Está situado en una ladera, rodeado de montañas con impornentes pendientes.






Entrar en Ladines es remontarnos a un montón de años atrás, pues parece inalterable al paso del tiempo.





Encontramos un pueblo típico asturiano donde aún se conserva "el Cebatu" entretejido de varas de avellano usadas como tabique.




Se encuentra rodeado de buenas praderías, hoy cubiertas de un elegante manto blanco




Junto a casas de piedra se conservan cantidad de hórreos y paneras, que aún resguardan algunos carros del país.




Atravesamos el pueblo en busca de la iglesia. Llegamos al templo de San Pedro de Ladines construido en el siglo XV y reconstruido en 1640. La iglesia se encuentra acompañada por un importante tejo.




Volvemos hasta la plaza del pueblo donde se encuentra un bar y nos reconfortamos con un buen caldo de pita de pueblo. Para comer es necesario encargar.





Contemplando esta imagen del valle del río Alba con sus verdes prados damos por terminada nuestra caminata.
No nos queda más que volver sobre nuestros pasos hasta llegar al punto de partida Villamorey.



El día gris, frío y lluvioso no permitió que mi cámara captase la belleza de este entorno. La visita la pueblo de Ladines, merece la pena.