La Rebollada - Peñón de Peñerudes

Después de dos semanas de lluvia y nieve, hoy anuncian buen día, por lo que tomamos nuestras mochilas y volvemos nuevamente a Pedroveya. A la salida del pueblo hay un aparcamiento, donde dejamos el coche. Pretendemos subir a las praderas de La Canal Seca.

Al salir del coche, continuamos por la carretera dirección a la iglesia de San Antonio, donde nos reciben dos mastines que cuidan un rebaño de ovejas. Pasamos por delante de las ovejas, la iglesia y el final del desfiladero de las Xanas.

Continuamos por la carretera, en leve subida, y pronto entramos en una zona de bosque. Después de cruzar varios arroyos llegamos al de Cobayones, donde aún podemos contemplar los restos de un molino "La Gallinera" que se encuentra derruido.

Seguimos subiendo, como la pendiente es leve, podemos al mismo tiempo ir disfrutando de unas espectaculares vistas.

Sin darnos casi cuenta nos encontramos entrando en el pueblo. Mientras contemplamos unas típicas casas de aldea.¡De repente, adosada entre dos casas, descubrimos la capilla de Santa Bárbara!

Una vez visto el pueblo, y habiendo hecho unas fotos de las vistas que desde aquí se contemplan, volvemos a la entrada, para tomar la pista que sube a la parte alta del pueblo.

Pasamos por delante del lavadero, la fuente, y unos bancos que seguramente serán lugar de descanso y reunión de los lugareños en los días de buen tiempo.

Seguimos subiendo hasta llegar a la última casa del pueblo, aquí termina la pista y comenzamos el camino real de Andrúas, con el típico empedrado y con fuerte pendiente. Después de caminar unos metros cada vez encontramos más nieve y con hielo debajo de ella. Nos da miedo resbalar (sobre todo a la bajada) Tomamos la decisión de dar la vuelta por el mismo camino.

Llegamos nuevamente a Pedroveya, tomamos el coche y volvemos a Peñerudes, estacionamos el vehículo justo enfrente a el monumento al montañero. Para completar nuestro paseo de hoy decidimos visitar el torreón de Peñerudes.

De casi al lado del monumento al montañero parte un camino de tierra, (está señalado) por el que comenzamos ascendiendo levemente, mientras cruzamos un pequeño bosque.

El camino rápidamente se transforma en un sendero con fuerte subida, de piedra suelta y en algunosmomentos escalonado, pero protegidos en casi todo el trayecto por una valla de madera.

Una pequeña portillas de madera nos permite entrar en el recinto amurallado del Torreón de Peñerudes. Este torreón situado sobre un montículo, está considerado como Monumento Histórico, remontándose su origen a la Edad Media  ( Siglo XII )

El torreó se encuentra en ruinas, tiene unos 17m de altitud y se pueden observar sus paredes de casi dos metrros de grosor. En su interior se pueden observar las huellas de encajes de las vigas que dividían la torre en tres plantas.

Las vistas desde aquí son impresionantes pudiendo ver: el embalse de Los Alfilorios, el pico La Mostayal, Peña La Vara, La Sierra del Aramos. Y a la derecha Oviedo, el Monte Naranco, el Pico El Paisano etc.

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Ruta LAS FOCES DEL RÍO PINO

Tomando la carretera AS-253 que va al puerto de San Isidro y después de pasar: Moreda, Cabañaquinta y Collanzo encontramos el pueblo de El Pino. En este punto iniciamos nuestra ruta de hoy LAS FOCES DEL RÍO PINO, que se encuentra dentro del concejo de Aller.

Nos abrigamos, pues la mañana estaba fría. Cruzamos el pueblo, y despúes el puente sobre el río Braña, para continuar por la carretera. No hace falta llevar agua, pues a lo largo del camino, encontramos varias fuentes. A pocos metros encontramos la primera: "Fuente la Salud"

Seguimos por la carretera, paralela al río, hasta el Molín de Peón. Aquí cruzamos el puente sobre el río Pino y entramos en una pista de tierra que rápidamente va cogiendo altura. Al fondo ya se deja ver Peña Panda.

Mientras avanzamos entre prados, cercados de avellanos en muchos casos, vamos contemplando la hermosa panorámica que nos ofrece el pueblo de Pino, y la montaña del Cuetu.

Seguimos subiendo, adentrándonos, ahora, en un bosque de castaños. Algunos ejemplares como éste, no dejan de sorprendernos, pues no entendemos si nos saluda, o nos asusta.

De vez en cuando, la pista nos ofrece pequeños descansos, para poder acometer con más fuerza el repecho siguiente.

En esta fuente "Les Galilanceras" hacemos un pequeño descanso para rellenar nuestras botellas de agua.

Al poco de pasar la fuente, este puente, de madera, nos adentra en las foces del Río Pino.

Pasada esta portilla nos encontramos con la zona más encajonada. Este camino, cuenta con gran antigüedad, se cree que pudo ser utilizado por los romanos.

También fue lugar de paso para los peregrinos de Camino de Santiago, que utilizaban el puerto de Vegará para trasladarse a San Salvador de Oviedo.

LLegamos ahora a este ingenioso puente de piedra. Al cruzarlo nos colocamos en la margen derecha del arroyo. Este camino también es utilizado por los vaqueros que tienen sus ganados en las brañas de Caniella, la Palmián, El Fondíl, Pedrosu o Les Campes.

La fuerte correiente, de las aguas del río Pino, fue erosionando la roca caliza de Peña Redonda, dano lugar a un estrecho paso entre estos espectaculares farallones de paredes prácticamente verticales.

Llegamos al valle El Posaeru. En el cruce de caminos una señal nos indica a La Caniella que es la ruta AS-31. Como esta ruta ya la hicimos, hace algún tiempo, decidimos cruzar el puente de madera y tomar dirección a Peña Redonda.

Comenzamos con una costosa subida, por este tradicional camino empedrado de origen romano, que hace que ganemos altura rápidamente, mientras entramos en el valle del Fondil.

Mientras contemplamos varavillosas vistas, la subida, se va haciendo cada vez más difícil.

Pasamos por el Mayáu del Fondil, donde se encuentran varias cabañas diseminadas.

Pasadas las cabañas, el camino se transforma en un sendero de piedra suelta, barro y con pronunciada pendiente.

Seguimos subiendo, y seguimos disfrutando de espectaculares vistas de los impresionantes farallones. En algunos momentos, el pequeño sendero se pierde por la nieve, que ya comienza a hacer acto de presencia.

Poco a poco el sendero desaparece, tapado por la nieve, lo que dificulta nuestra marcha. Aquí, decidimos dar por finalizada nuestra subida y buscar un lugar algo resguardado para comer el bocata y comenzar el camino de regreso.

Es una ruta bella y hermosa, con un recorrido espectacular bajo los impresionantes farallones de caliza, admirando el empedrado, que después de tantos años ahí sigue para nuestro disfrute, y siempre acompañados de la música producida por las continuas cascadas de limpia y espumosa agua.

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Pico Escobín o Picayu

Nuestro objetivo de hoy es la cumbre más alta del Concejo de Oviedo, "El Escobín o Picayu" 714m.

Salimos de Oviedo y nos dirigimos a Olloniego, lo pasamos, y pronto tomamos una desviación que nos lleva a la Mortera, donde dejamos nuestro coche.

Cruzamos el pueblo. Por la parte alta de éste, tomamos esta carretera que con fuerte subida, no lleva a los pueblos de Quintanal y después a Monegro. Los pasamos y seguimos subiendo.

Mientras caminamos, disfrutamos de la vista de Peña El Castiellu. En su cima mantiene restos de la torre del Castillo en ruinas.

 Atrás vamos dejando los pueblos de Escobadielles de Abajo y Escobadielles de Arriba, mientras la subida sigue siendo importante.

Agradecemos llegar al alto, pues nos encontramos con este camino llano, que nos ofrece un agradable descanso.

 A pocos metros nos esperaba la fuente María y a su lado unos banco, que nos invitan a hacer una pequeña parada para refrescarnos, descansar, tomar fuerzas y disfrutar de unas maravillosas vistas.

 Sin tardar mucho el camino se transforma en una pistas de piedra suelta, menos agradable para nuestros pies.

Seguimos subiendo, mientras a nuestra espalda dejamos esta vista espectacular de la Sierra del Aramo. Distinguimos, por su antena, el pico Gamoniteiro.

 La panorámica ahora cambia, y siguiendo en prolongado ascenso, contemplamos a nuestra derecha las crestas de varias sierras, y abajo el valle del Fayéu, donde aún podemos distinguir restos de instilaciones de antiguas minas del Pozo Olloniego.

Pasamos junto al pico Arenero, que debe su nombre a que desde tiempos antiguos ya se extraía arena de sus laderas. Todavía hoy en día existe una pequeña excavación al pie del camino.

Volvemos a encontrarnos con una fuerte subida.

Subido el repecho, tenemos nuestro objetivo a la vista, "Pico Picayo". Mientras llegamos vamos siempre acompañados de unas vistas maravillosas.

Podemos contemplar el valle de Tudela, y el pueblo de Tudela de Veguín.

Poco a poco nos vamos acercando, solo nos queda el último repecho para alcanzar nuestro objetivo.

En la cima nos encontramos el buzón de cumbre, con una placa grande y un pequeño belén de cumbre. ¡Nuestro objetivo está conseguido

Después de contemplar estas panorámicas de Las Ubiñas, El Aramo, Oviedo, Valle del Nalón, etc. no nos queda más que comenzar el camino de regreso. Lo hicimos siguiendo la misma ruta.

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