miércoles, 6 de febrero de 2013

Hayedo de Monte Grande



Hoy el día amanece frío. Sopla un viento un tanto desagradable, por lo que vamos a protegernos al abrigo del bosque, para ello escogemos uno de los más bonitos de Asturias.
Nos dirigimos hasta Teverga, aquí tomamos la carretera que sube al Puerto de Ventana y pocos kilómetros después de pasar el pueblo de Páramo, encontramos un aparcamiento a la derecha. En este punto dejamos nuestro coche para iniciar la ruta.






Hoy la caminata nos resultó mucho más entretenida, pues no fuimos  solos, nos acompañaron: mi hermana y mi cuñado.





Esta es la primera panorámica que podemos contemplar. La aldea  “Villa de Sub” al fondo.  








El camino es muy cómodo, prácticamente llano, aunque en algún punto hace su presencia el barro.







Después de un rato de camino, nos encontramos un panel indicativo “a la fuente de Las Vallinas”. Fuente donde dicen los lugareños que antiguamente acudían a beber los enfermos de lepra, con la ilusión de curarse. El mismo panel indica “difícil acceso”, por lo que no bajamos y seguimos nuestra pista.





Mientras caminamos podemos contemplar algunos árboles de gran porte como éste.









Ya en el hayedo, pudimos disfrutar de la belleza de sus árboles, en este momento desnudos, pero colocados sobre  una alfombra roja, tejida delicadamente con sus hojas.


 



De vez en cuando algún claro del bosque nos permite ver fincas con sus cabañas.






  Después de caminar algo más de una hora, se llega al barranco del río La Verde o Fundi. Una vez cruzado este río, a pocos metros,  se encuentra la desviación que va a la Cascada del Xiblu ; pero, como el acceso no es muy bueno, nosotros vamos a continuar disfrutando del bosque y nos dirigimos hacia el pueblo “la Focella” 





Caminar  y disfrutar del encanto de este bosque es una pasada.




 
 
 


Antes de pasar por delante de esta cabaña, hay una desviación a la izquierda, “Ruta de la Navariegas” (que otro día la haremos). 



 





 Seguimos nuestro camino, ahora entre muros de piedra que separan las fincas, y nos encontramos con  este puente de madera que cruzamos.






Esta fuente con su abrevadero, a la orilla del camino, hizo que nos detuviéramos para beber.







En poco tiempo llegamos a las primeras casas de  “La Focella” (entramos por la parte alta del pueblo).






Bajamos por sus calles estrechas, entre típicas casas de aldea hasta… 



Llegar a la fuente con abrevadero y lavadero. Aquí decidimos descansar y comer nuestros bocatas. ¡Nos reímos de lo embarrados que llegamos! y ¡nos prestó un montón!






Después de dar una vuelta por el pueblo, subimos nuevamente a la parte alta, y tomando otra vez este camino, emprendimos nuestro regreso.


 




 Volvimos a contemplar estas vistas espectaculares con “Villa de Sub” (ahora al frente) y disfrutamos nuevamente del maravilloso hayedo hasta llegar al aparcamiento.



 Lo hemos pasado genial. Aunque hemos llegado un poco cansados, ¡ha merecido la pena! Esperamos que nuestros compañeros de ruta de hoy se animen y nos acompañen en más salidas.

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