miércoles, 30 de enero de 2013

Ruta de la Calzada Romana (Rioseco)

En un día excelente de primavera hicimos un precioso recorrido por la parte baja del Parque Nacional de Redes. Aparcamos el coche en Rioseco (frente a biblioteca), y andando, tomamos la carretera que va a Campiello. Justo al final del pueblo vemos la primera "marca" que nos indica la ruta. Aquí iniciamos nuestra andadura.



Comenzamos con una moderada subida con la que vamos cogiendo altura, mientras abajo, observamos el pantano totalmente  seco.




Seguimos disfrutando, de este maravilloso paisaje asturiano, mientras caminamos entre verdes pradería




Cruzamos esta portilla, que da paso a la antigua calzada por la que discurre el itinerario.



Este es el Peñón del Caspiu, pasamos por delante de él y …..



El camino es ancho, tallado en el roquedo, y gana suavemente altura por encima de la carretera.

Seguimos siempre el camino más marcado, sin desviarnos ni a derecha ni a izquierda; pero siempre contemplando las maravillosas vistas.



Enseguida encontramos, esta enorme cabaña arropada por unos grandes árboles, que dan al paraje un encanto especial.


Continuamos el trazado de la Calzada Romana con su típico empedrado.  


El paseo prosigue hasta un nuevo cruce de caminos;  aquí se puede elegir entre: bajar a  Rioseco o continuar la ascensión hacia "la Peña La Gamonal". Nosotros decidimos seguir subiendo.





A pocos metros de distancia tomamos esta pista a la izquierda, que va dando vueltas y revueltas, con un fuerte ascenso, hasta llegar a la Majada Gamonal. (Tiene colocado un cartel)





Dejamos la Majada Gamonal y seguimos subiendo, siempre siguiendo las señalizaciones, para alcanzar la última collada, antes de la cima de "Peña Gamonal".





¡Ante estas vistas, tenemos que sentarnos para recrear nuestros sentidos!


Y es aquí, donde decidimos emprender, el camino de regreso.






Dejamos atrás esta gran cabaña  rodeada por sus árboles.









Seguimos bajando hasta el cruce de caminos, donde se encuentra una señal que indica "a Rioseco" (Se debería cambiar esta señal, porque induce a error). Tomamos esta pista.

El descenso discurre por el barranco de Anzó. Después de contemplar varias cascadas y el agua manando por todas partes, llegamos a la carretera general. (pero a Anzó, no a Rioseco, como indicaba la señal).


No nos queda más remedio que bajar a Rioseco por la carretera.

El paseo ha resultado muy bonito y el esfuerzo ha merecido la pena, pues ha sido compensado con creces, por sus vistas excepcionales. Si van acompañados de niños es buen momento para hacer que valoren el trabajo realizado por nuestros antepasado, los Romanos, para poder comunicarse. 

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