jueves, 18 de octubre de 2018

Cueva Huerta (Camino Natural de la Senda del Oso)



Salimos de Oviedo por la A-63, tomamos la salida hacia Trubia, continuando por la AS-228, pasamos San Martín de Teverga, continuamos por la carretera que sube al puerto Ventana hasta el Parque de la Prehistoria, donde aparcamos nuestro vehículo.





Salimos del Parque de la Prehistoria de Teverga, lo cruzamos y al final una portilla nos saca al Camino Natural de la Senda de Oso.




Continuamos nuestra marcha por este Camín Real, antigua ruta prerromana que pasaría a formar parte de la Calzada romana Ruta de la Plata




Pasamos una fuente con lavadero y entramos en San Salvador de Alesga. Cruzamos el puente sobre el río de la Magdalena 





Encontramos un bonito pueblo con un conjunto de viviendas bien restauradas conservando el estilo de arquitectura popular





Dejamos el pueblo para continuar en leve subida por la pista. Mientras subimos tranquilamente podemos contemplar bonitas vistas de Peña Sobia






El camino comienza a empinar. 






Pasamos una fuente y llegamos a una pasarela de madera que salva un arroyo del valle





A partir de aquí comenzamos un fuerte ascenso, es la parte más dura de la ruta, pero el esfuerzo es recompensado por la belleza que encierra el precioso bosque que atravesamos.







Contemplamos algunos ejemplares centenarios.







Continuamos con fuerte subida por un camino que aún conserva su antiguo empedrado.







Agradecemos un pequeño descanso antes de acometer los últimos repechos






Atacamos los últimos repechos, ahora acompañados principalmente por hayas.






La subida finaliza al llegar al cruce con la PR-AS 259 hacia La Fociella.






Giramos a la izquierda y comenzamos una fuerte bajada.






Atravesando las praderías de Presorias.






Contemplamos bonitas vistas del valle y el pueblo de Fresnedo, por donde bajaremos.






Pasamos dos túneles de piedra y llegamos al desfiladero donde se encuentra Cueva Huerta






Bajamos unos metros por carretera y tomamos la carretera que sube a Fresnedo.






Frente al área recreativa abandonamos la carretera para continuar por el antiguo camino hasta Fresnedo






Contemplamos el desfiladero de la Estrechura entre Peña Sobia y Peña Vigueras.






Cruzamos el pueblo de Fresnedo, contemplando sus típicas casas de aldea, hórreos y paneras.






Pasamos ante la iglesia del Santo Angel






Dejamos el pueblo y continuamos por una cómoda pista.






Mientras caminamos vamos disfrutando de espectaculares vistas del valle.






Entramos en un bonito bosque por el que descendemos con fuerte pendiente.






Encontramos un cruce donde un panel indica “Castiellu d’Alesga” nos desviamos unos metros para contemplar las ruinas del castillo






Volvemos al cruce y retomamos nuestra ruta por un camino que con fuerte bajada nos saca a San Salvador d’ Alesga.







Desde aquí por carretera bajamos hasta el parque de la Prehistoria


domingo, 26 de noviembre de 2017

Villanueva – Castañedo de Miranda - (Belmonte de Miranda)

Hoy salimos sin ruta determinada, simplemente pretendemos dar un paseo y conocer alguno de los pueblos de nuestra comunidad.

Salimos de Oviedo por la A-64, continuamos por la A-63 pasamos Grado, bajamos la Doriga y tomamos la AS-15, pasamos San Bartolome, Loreno, Oviñana y llegamos a Villanueva.





Aparcamos nuestro vehículo en el pueblo, cruzamos, con precaución la carretera, y tomamos, antes del puente, una desviación a la izquierda “1,5 Castañeu”






Comenzamos a caminar por la estrecha carretera (apenas sin tráfico) acompañados por el río Narcea. Pronto nos adentramos en un bosque de castaños.






Entramos en el pueblo de Castañedo, donde nos recibe, en un día de momento triste y nublado, esta elevada panera.





Atrás dejamos la antigua escuela, hoy convertida en Centro Social, pasamos este cruce y seguimos nuestra marcha recorriendo los diferentes barrios de este pueblo.






En el pueblo vamos pasando ante importantes casonas de arquitectura tradicional y señorial. 





Continuamos nuestra marcha en busca del barrio siguiente mientras disfrutamos de bonitas vistas de la vega.







Importantes casonas abandonadas.





A la orilla del camino abundan los nogales, no podemos vencer la tentación de agacharnos y coger alguna de estas nueces.






Seguimos pasando ante importantes casonas siempre acompañadas por enormes paneras. 





Llegamos al final del pueblo donde encontramos este cruce. Decidimos abandonar el pueblo y seguimos la pista de la derecha sin saber a dónde nos llevaría.





Desde el primer momento descubrimos que no nos hemos equivocado pues el paseo es un regalo para los sentidos. Una vieja casa a nuestra izquierda.






Enseguida ésta, a nuestra derecha. 






La pista continúa paralela al río, ahora entre elevados eucaliptos.





Dejamos atrás los restos de un antiguo puente colgante y llegamos a este caserío, en ruinas, pero qué en su época, tuvo que ser importante.






El carro aún continúa en el cobertizo recordando sus tiempos de esplendor.






Continuamos nuestro paseo por una pista llana disfrutando de este espectacular paisaje.






La pista nos introduce en un impresionante bosque de castaños




Y…como si de un cuento se tratara, en medio de este bosque, rodeado de naturaleza encontramos esta casa sola, únicamente la vegetación y los animales que aquí conviven le hacen compañía.





Comenzamos a pasear entre los castaños esperando descubrir algún hada escondida entre estos majestuosos árboles 





A cada paso que damos sentimos como nos observan desde el interior de estos centenarios castaños.






Algunos intentan asustarnos con sus peculiares caretas.





También podemos contemplar los caboxos, castaños de gran porte y tronco hueco.






Salpicados por el bosque se encuentran varios corros (construcciones circulares de piedra que servían para conservar las castañas varios meses)





Después de un buen rato disfrutando de este paraíso natural, remanso de paz y tranquilidad, decidimos dar por finalizado nuestro paseo y comenzar el camino de regreso por el mismo lugar. 










Ha resultado un paseo precioso con un fácil recorrido. Nunca podremos olvidar, el embrujo que este bosque nos trasmitió con sus espectaculares castaños obra de la madre naturaleza